El tártaro es un término que engloba diferentes definiciones según las distintas culturas, ya que se le conoce como una deidad, como un lugar del inframundo y como una condición.
Destaca que siempre tiene una connotación negativa.
Ignorando la aparición del tártaro en la cultura popular, ya sea en diferentes novelas, series o videojuegos. Se le menciona en las mitologías griega, romana y en la biblia.
Mitología griega
En esta mitología, el tártaro es conocido tanto como una deidad como un lugar del inframundo, ya que, en esta se trata como una de las deidades primordiales junto a Caos, Gea y Eros; y como lugar se menciona que este se encuentra por debajo del hades tanto como la distancia que separa la tierra del cielo.
*El poeta griego Hesíodo afirma esta última cita diciendo que si cayera un yunque de bronce desde el cielo tardaría 9 días en llegar a la tierra y tardaría otros 9 días en llegar al tártaro.
El tártaro como prisión en la mitología griega
Una vez que Crono obtuvo el poder derrocando a su padre Urano, este empleo el tártaro para aprisionar a los cíclopes y a los hecatónquiros.
Además, estableció a campe como guardiana, esta se trataba de un monstruo hibrido de mujer y dragón, más tarde Zeus mato a campe y libero a los ciclopes y a los hecatónquiros con el fin de que le ayudasen en la titanomaquia.
Tras esta guerra con los titanes muchos de ellos acabaron aprisionados en el tártaro y los hecatónquiros se convirtieron en los nuevos guardias del tártaro.
Otros personajes que acabaron en el tártaro son los reyes Sísifo, Tántalo, Salmoneo y Ixión y el gigante Ticio.
Mitología romana
En la mitología romana, el tártaro era lugar que tenían como destino los pecadores, se describe como lugar de gran amplitud rodeado de un río en llamas llamado flegetonte y una muralla triple que impedía cualquier intento de escapar de los pecadores.
Este estaba vigilado por una hidra de cincuenta cabezas que se encontraba enfrente de la entrada a un castillo la cual consistía de una puerta chirriante con dos columnas de diamante.
Dentro del castillo hay una alta torreta de hierro desde donde Tisífone hace guardia con un látigo.
En la Biblia
En la segunda epístola de Pedro, este describe la condición restringida y degradada a la que Dios sometió a los ángeles desobedientes como tártaro
“Ciertamente si Dios no se contuvo de castigar a los ángeles que pecaron, sino que, al echarlos en el Tártaro, los entregó a hoyos de densa oscuridad para que fueran reservados para juicio”