TALOS
Talos era un personaje gigante de bronce de la civilización griega , que protegía a la cultura Minoica que estaba asentada en la isla más grande de Grecia llamada Creta.
En todos los casos de la mitología se presentaba como el incansable guardián de esta isla griega, estaba encargado de dar tres vueltas a esta, cada día, para evitar la entrada a los extranjeros y obligar la salida a todos los habitantes que habitaban en ella y no tenían el permiso del rey. Las leyendas cuentan que cuando Talos encontraba a algún extranjero, para echarlo, se calentaba en el fuego hasta ponerse al rojo vivo y cuando lo conseguía, abrazaba a sus víctimas hasta calcinarlos.
El cuerpo de bronce de Talos, estaba únicamente formado por una muy pequeña vena que le recorría todo el cuerpo, desde el cuello hasta el tobillo, en el tobillo estaba rematada por un clavo, que le impedía desangrarse, y ese era su único punto débil.
Cuando Jasón y los argonautas, llegaron a Creta, tras conseguir el vellocino de oro, Talos les impidió desembarcar del Argo, que era el barco en el que viajaban estos para poder conseguir el vellocino de oro, arrojandoles unas grandes rocas de un acantilado para que estos no pudieran amarrar sus barcos a la tierra.
Lo que acabó con la vida de Talos, fueron las pócimas que le proporcionó la hechicera Medea, que lo volvió loco haciéndole creer que si se quitaba el clavo del tobillo sería inmortal. En las Argonáuticas fue donde Medea consiguió volverlo loco he hizo que se quitara el clavo del tobillo, esto hizo que se derramará todo el “icor”, que eran los minerales que tenían en la sangre los dioses, se desangraba y moría. Entonces el Argo pudo arribar en la isla de Creta sin ningún problema.