Nocturno Yanqui
- Espacio
La lámpara y la cortina
al pueblo en su sombra excluyen.
Sueña ahora,
si puedes, si te contentas
con sueños, cuando te faltan
realidades.
Estás aquí, de regreso
del mundo, ayer vivo, hoy
cuerpo en pena.
Esperando locamente,
alrededor tuyo, amigos
y sus voces.
Callas y escuchas. No. Nada
oyes, excepto tu sangre,
su latido
incansable, temeroso;
y atención prestas a otra
cosa inquieta.
Es la madera, que cruje;
es el radiador, que silba.
Un bostezo.
Pausa. Y el reloj consultas:
todavía temprano para
acostarte.
Tomas un libro. Mas piensas
que has leído demasiado
con los ojos,
y a tus años la lectura
mejor es recuerdo de unos
libros viejos,
pero con nuevo sentido.
II. Tiempo
¿Qué hacer? Porque tiempo hay.
Es temprano.
Todo el invierno te espera,
y la primavera entonces.
Tiempo tienes.
¿Mucho? ¿Cuánto? ¿Y hasta cuándo
el tiempo al hombre le dura?
“No, que es tarde,
es tarde”, repite alguno
dentro de ti, que no eres.
Y suspiras.
La vida en tiempo se vive,
tu eternidad es ahora,
porque luego
no habrá tiempo para nada
tuyo. Gana tiempo.
¿Y cuándo?
Alguien dijo:
“El tiempo y yo para otros
dos”. ¿Cuáles dos? ¿Dos lectores
de mañana? Mas tus lectores, si nacen,
y tu tiempo, no coinciden.
Estás solo
frente al tiempo, con tu vida
sin vivir.
Remordimiento.
Fuiste joven,
pero nunca lo supiste
hasta hoy, que el ave ha huido
de tu mano.
La mocedad dentro duele,
tú su presa vengadora,
conociendo
que, pues no le va esta cara
ni el pelo blanco, es inútil
por tardía.
III. Trabajo
El trabajo alivia a otros
de lo que no tiene cura,
según dicen.
¿Cuántos años ahora tienes
de trabajo? ¿Veinte y pico
mal contados?
Trabajo fue que no compra
para ti la independencia
relativa.
A otro menester el mundo,
generoso como siempre,
te demanda.
Y profesas pues, ganando
tu vida, no con esfuerzo,
con fastidio.
Nadie enseña lo que importa,
que eso ha de aprenderlo el hombre
por sí solo.
IV. Ideal
Lo mejor que has sido, diste,
lo mejor de tu existencia,
a una sombra:
al afán de hacerte digno,
al deseo de excederte,
esperando
siempre mañana otro día
que, aunque tarde, justifique
tu pretexto.
Cierto que tú te esforzaste
por sino y amor de una
criatura,
mito moceril, buscando
desde siempre, y al servirla,
ser quien eres.
Y al que eras le has hallado.
¿Mas es la verdad del hombre
para él solo,
como un inútil secreto?
¿Por qué no poner la vida
a otra cosa?
Quien eres, tu vida era;
uno sin otro no sois,
tú lo sabes.
Y es fuerza seguir, entonces,
aun el miraje perdido,
hasta el día
que la historia se termine,
para ti al menos.
V. Soledad
Y piensas
que así vuelves
donde estabas al comienzo
del soliloquio: contigo
y sin nadie.
Mata la luz, y a la cama.
Este poema se titula Nocturno Yanqui y forma parte de la obra de Luis Cernuda “Con las horas contadas” (1950-1956). Pertenece, por tanto, a la últim etapa del autor en la que se encuentra exiliado en México, centrando su obra en la importancia del concepto frente a la forma y los adornos.
Tema
El tema del poema es el paso del tiempo y la soledad frente a una vida ha vivida.
Estructura Externa
La métrica del poema utiliza, al igual que a lo largo de la obra de Cernuda, elementos de la lírica clásica. Por ello, hace uso de las estrofas manriqueñas, de Jorge Manrique. Además, los versos son blancos, perdiendo la rima, y utilizando en ocasiones el verso libre.
Estructura Interna
El poema se puede dividir en 5 partes, señaladas con 5 subtítulos, según diferentes subtemas:
- La primera parte, titulada “Espacio”, sitúa a la voz poética en un contexto temporal y espacial, donde se encuentra solo en una casa, probablemente de noche en una ciudad al norte de los EEUU debido a la existencia de un radiador en funcionamiento.
- La segunda parte se titula “Tiempo”. En ella la voz poética habla consigo misma a modo de soliloquio, donde se encuentra en un otoño donde observa que ha vivido una vida muy larga, donde el tiempo se va acabando, y con él la posibilidad de hacer cosas.
- La tercera parte se titula “Trabajo”, y nos muestra el remordimiento de un vida dedicada al trabajo, donde el único hecho de tener constantemente una tarea que hacer nos acorta el tiempo para hacer otras cosas. Se nos presenta, por tanto, una figura del hombre anclado a su trabajo, sin tiempo de reacción.
- La cuarta parte se titula “Ideal”. En ella la voz poética continua un conversación consigo misma, donde echa la vista atrás en busca de los buenos momentos vividos y experiencias para las que hayan merecido la pena el esfuerzo del trabajo hecho y el tiempo gastado.
- La quinta y última parte se titula “Soledad”. Es la menos extensa de todas y en ella se nos sitúa de nuevo de noche, antes de dormir, recordando la vida y el tiempo ya pasado. Por último, la voz poética concluye apagando la luz, volviendo a la noche, comúnmente relacionada en la obra de Cernuda con el deseo, pues la voz poética, antes de dormir, vive recordando una realidad en la que el deseo no puede estar presente.
Recursos Literarios
Los recursos literarios más significativos utilizados en el poema son:
- Hipérbaton: para aportar sonoridad al poema y aportar más importancia al concepto, A otro menester el mundo generoso como siempre te demanda.
- Metáfora de la realidad con el día y de la noche con el deseo, para el concepto del poema.
- Antítesis entre el día y la noche, entre la realidad y el deseo.
- Personificación, Mata la luz y a la cama.
- Encabalgamiento, Si te contentas/ con sueños, cuando te faltan/ realidades.
Conclusión
En conclusión, Luis Cernuda es uno de los mayores exponentes de la lírica de la Generación del 27, a través de su concepto de la realidad y el deseo y el tema del paso del tiempo a lo largo de su obra.