Electra en la mitología griega era una hija de Agamenón, rey de Micenas y de su mujer de nombre Clitemnestra. Era lo que se conoce como una Atrida (nombre de los descendientes del rey Atreo, en concreto era su abuelo paterno).

La base de su mito es el plan que tramó junto a su hermano Orestes para matar a su propia madre Clitemnestra y el amante de ésta Egisto, y así vengar el asesinato de su padre a manos de estos dos.

El personaje de electra es de suma importancia tanto en la literatura, como en el teatro europeos: da nombre a las tragedias de Sófocles y Eurípides, aunque también en las tragedias de Esquilo, y a partir del renacimiento, se convirtió en el personaje o mito principal en varias tragedias, novelas y óperas.

El conflicto que mantuvo con su madre es el que da nombre al complejo de Electra término que fue propuesto por el psicólogo Carl Gustav Jung.

El asesinato de Agamenón y Casandra

Antes de salir hacia Troya, Agamenón sacrificó a su hija menor Ifgenia ante Ártemis para pedir la protección de los dioses en la guerra. Tras diez años de guerra allí, Agamenón regresó a Micenas trayendo a Casandra como botín de guerra cuando Electra no estaba presente en el reino. Agamenón y Casandra fueron asesinadas por Egisto, según unas versiones; por la misma Clitemnestra, según otras, o por ambos. Algunas fuentes añaden que también fueron asesinados que Casandra le había dado a Agamenón (Telédamo y Pélope). Al hermano menor de Electra, Orestes, que todavía era un niño, lo salvó bien su nodriza Arsínoe o bien la propia Electra. Orestes fue llevado a Fanote, en el Monte Parnaso, donde lo confiaron al rey Estrofio. Cuando Orestes cumplió 20 años, el oráculo de Delfos le ordenó regresar a su patria y vengar la muerte de su padre.

 

El asesinato de Clitemnestra

Orestes se encontró con Electra ante la tumba de Agamenón, allí habían ido para rendir honras fúnebres a su padre; se reconocieron y se pusieron de acuerdo para que Orestes  vengara a su padre. Con la ayuda de Pilades, hijo del rey Estrofio, Orestes mata a su madre, que lo maldice, y al amante de aquella, en algunas versiones con ayuda de Electra. Tras el crimen enloquece y es perseguido por las Erinias, (o Furias) —la culpa— cuya misión es castigar las trasgresiones de los lazos de piedad familiar, y que sin embrago no acosan a Electra.

Orestes, a quien las Erinis empujan hacia el suicidio, se refugió en el templo de Apolo en Delfos. Aunque Apolo le hubiera ordenado vengarse, el dios fue incapaz de protegerlo de las consecuencias de sus acciones. Al fin, Atenea lo recibió en la Acrópolis de Atenas y arregló un juicio ante doce jueces áticos: Las Erinias reclamaron su víctima; él presentó como atenuante las órdenes de Apolo; los votos de los jueces estaban equitativamente divididos, pero Atenea dio su voto de calidad a favor de la absolución.

En la versión de Eurípides (Ifigenia en Tauros), Orestes es conducido por las Furias hasta Tauros, en el Mar Negro, donde su hermana Ifigenia (que no había muerto realmente en el sacrificio que ordenó su padre) se hallaba recogida por sus semisalvajes habitantes. Ifigenia, Pilades y Orestes habrían escapado juntos de los Tauros y las Furias habrían cedido entonces en su persecución tras la reunión de la familia. Electra en esta versión se habría casado con Pilades.

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