La fiebre de las intervenciones estéticas para favorecer la belleza no ha hecho más que crecer. Los tratamientos faciales, la liposucción, el agrandamiento de busto, el botox, la exfoliación y estiramiento de mejillas forman parte de un abanico de renovaciones recomendadas para lucir atractivo y saludable.
Hoy en día estas cirugías son seguras y rápidas. Cualquier centro estético especializado en la integridad, alteración o corrección de la anatomía humana dispone de, al menos, una de las mencionadas. Ahí tenemos por ejemplo el Centro Estética Madrid.
Pero, ¿cómo eran las intervenciones estéticas en la antigüedad? ¿A qué tipo de pacientes estaban orientadas? ¿Quiénes fueron los primeros en desarrollar técnicas de manipulación de las estructuras del cuerpo para corregir defectos físicos?
En esta publicación viajaremos a los inicios de la cirugía física para conocer los cimientos de una disciplina cada vez más popular y demandada tanto en España, como en el resto del mundo.
¿Cómo eran las intervenciones estéticas en la antigüedad?
En la actualidad, si quieres cambiar la anatomía de tu nariz, o quieres rejuvenecer tu rostro, preguntas por un tratamiento facial Madrid, haces reservación y potencias tu belleza con una intervención adaptada a tu presupuesto.
Pero, en la antigüedad, sin quirófanos, herramientas, ni anestesia, ¿cómo lo hacían? ¿Quiénes eran los pacientes? ¿La belleza era tan importante como ahora?
Para conocer la respuesta, veamos a las diferentes civilizaciones antiguas especializadas en cirugía estética convencional.
Egipto
Los egipcios fueron la primera civilización interesada en los cambios anatómicos, corrección de los defectos y procedimientos para mejorar la belleza física de las personas.
Crearon una especialidad médica orientada a los cambios y restauraciones de los ‘defectos’ en la época. Por ejemplo, narices que eran consideradas ‘feas’, deformaciones congénitas y accidentes naturales o intencionados.
Cuando querían cambiar la apariencia de su nariz, o tapar las heridas ocasionadas por castigos, suturaban los tendones utilizando tejido animal. Insertaban la materia por los orificios nasales y saturaban con lino y grasa. También aplicaron estos conceptos para las cicatrices y arrugas en diferentes partes del cuerpo.
India
La India fue pionera de la rinoplastia. En aquellos tiempos dañar, o arrancar la nariz, se implementaba como castigo para los esclavos, los desertores y quienes cometían adulterio.
La operación estética consistía en tomar una hoja de planta con las mismas dimensiones de la nariz, recortar un pedazo de piel y coserla sobre la zona afectada. Para ‘simular’ los orificios nasales, colocaban dos tubos en los extremos para la respiración.
Roma
Roma fue una de las civilizaciones antiguas más avanzadas tecnológica y medicinalmente. Sus imponentes y espectaculares infraestructuras siguen vigentes gracias a los conocimientos adelantados a la época.
Había un concepto marcado sobre la belleza y cualquier defecto, como cicatrices, que generaban rechazo y afectaba emocionalmente a los hombres y las mujeres.
Se desarrolló una medicina estética para tapar y desaparecer cicatrices. Este procedimiento consistía en insertar el tejido animal en los orificios, suturar y curar con materia natural, como aloe vera y aceites.
Otro concepto que generaba vergüenza eran los soldados y esclavos que escapaban del campo de batalla y eran azotados como castigo. O los que necesitaban ser amputados para aumentar su esperanza de vida ante infecciones.
Los médicos romanos aplicaban una serie de procedimientos quirúrgicos orientados a corregir los defectos producidos en los campos de batalla que, miles de años después, siguen usándose en los quirófanos de los centros modernos.
Renacimiento
Con la llegada del cristianismo a gran parte de la población mundial, los tratamientos estéticos fueron satanizados. La idea de ‘aceptarse como Dios nos envió al mundo’ se hizo cada vez más fuerte y la medicina plástica sufrió retrocesos y se volvió una disciplina clandestina.
No fue hasta que las guerras civiles entre imperios y conquistas que los tratamientos de cicatrices, amputaciones y defectos volvieron como una alternativa de renovación anatómica.
Durante esta época aparecieron los padres de las cirugías estéticas y los primeros modelos de las herramientas modernas. Los avances fueron significativos y comenzaron algunos tratamientos, como el botox, el rejuvenecimiento, la extracción de grasa y la corrección congénitas desde temprana edad.