En bachillerato, los estudiantes empiezan a apasionarse por la Historia del Arte, algunos comienzan a estudiar una carrera relacionada con esta disciplina e incluso, una vez vez terminada, amplían sus conocimientos cursando un máster en historia del arte.
No obstante, hay otros que no consiguen verle el atractivo. Esto es un problema para los docentes, puesto que deben buscar un método de aprendizaje que motive a los estudiantes a aprender sobre la emocionante historia del arte.
Los libros son muy pesados y las largas charlas terminan por abrumar a los niños. Con tantos nombres, fechas y sucesos, cualquier persona puede cansarse. No es culpa de los pequeños.
Entonces, ¿qué hacer para que tus alumnos se apasionen por la materia? En esta publicación mencionaremos 10 trucos para que los niños aprendan a estudiar historia del arte.
Aplicando estos consejos, conocer sobre el arte y su historia será emocionante y una materia que nunca olvidarán. Incluso los motivará a que se apunten a un postgrado o máster.
10 trucos para que los niños aprendan a estudiar historia del arte en bachillerato
1. Tomar notas de manera correcta
El error que cometen algunos estudiantes es que toman notas de, prácticamente, todo lo que escuchan. Cuando la clase finaliza, terminan con calambres en las manos y cansados. Para una materia tan pesada, hay que tomar notas correctamente. ¿Qué quiere decir esto? Apuntar aquellas pautas que sean relevantes, en los que el profesor haga énfasis o que coloque en el pizarra.
2. Llevar un orden
Como educador, puede ser tentador mencionar los sucesos más destacados de la historia del arte. Pero, ¿qué es la historia? Una cronología de eventos. Mantener el orden de los acontecimientos les facilitará las cosas a los estudiantes. Para hacerlo más sencillo, divide los eventos por temas, así organizarás mejor la materia a lo largo del año.
3. Empezar con lo que parezca familiar
Otro gran truco para que los niños aprendan a estudiar historia del arte en bachillerato es comenzar con sucesos cronológicos que sean familiares para los estudiantes. Por ejemplo, en vez de hablar de los hechos en una localidad desconocida para los niños, habla sobre el arte de su ciudad, provincia y país. Relacionarse con la historia local los ayudará a sentirse más cómodo y conectar rápidamente con la materia.
4. Mirar películas, series y documentales
Una manera de abordar un tema tan complejo como historia del arte, es hacerlo divertido, y qué mejor manera que mirar películas, series y documentales relacionados con esta temática. Hay muchísimo material audiovisual disponible que puedes destinar al estudio. Por ejemplo, hacer que miren una película y anoten los elementos, sucesos y acontecimientos de la historia del arte para la siguiente clase.
5. Discutir y conversar
Siguiendo con el punto anterior, si quieres que la experiencia no finalice en mirar una serie o película, puedes organizar un debate y mantener los conocimientos adquiridos frescos. Discute sobre las fechas mencionadas, los personajes con mayor influencia en el arte o acontecimientos que cambiaron la historia.
6. Aprender de otras culturas
Una nueva cultura, si se aborda bien, puede ser una gran herramienta de estudio. Es poco lo que conocemos de la historia de otros países y culturas, como la asiática, y para estudiantes de bachillerato, que están en pleno desarrollo de su curiosidad y creatividad, les resultará una experiencia única y diferente. Les abrirá camino a otras perspectivas del mundo que nos rodea y su historia. Eso sí, trata de no sesgar los conocimientos de los pequeños.
7. Hacer conexiones
Estudiar sobre historia del arte es aburrido cuando solo hablamos de fechas, nombres, ubicaciones, etc. El niño anotará, pero cuando finalice la clase, llegue a casa, juegue en sus consolas, duerma y vuelva nuevamente al salón de estudios, habrá olvidado lo que ‘aprendió’.
La memoria de los niños de bachillerato no es la misma que la de un adulto o universitario. Necesita algo que les recuerde a esas fechas o nombres. Y aquí es cuando las conexiones facilitan la comprensión de la historia.
Los hechos son importantes. No es la fecha, sino qué pasó durante ese periodo. Encuentra elementos que les recuerde a esa fecha, ya sea un país, ciudad, detalle del estilo de arte, etc.
8. Haz que sea práctico
Todos los que hemos estado en bachillerato sabemos lo pesado que es leer y estudiar con libros de historia de arte cargados de texto y mucha información. Tratamos de memorizar, pero no siempre funciona. En cambio, cuando se vuelve práctico, y cambiamos los libros por colores, hojas en blanco para dibujar y ser partícipe del aprendizaje, las cosas dan un giro.
9. Juegos y roles
Siguiendo con el punto anterior, una gran forma de facilitar el estudio de esta materia es usando juegos y roles para sembrar el interés de los estudiantes y renovar el método de aprendizaje tradicional, que no hizo más que alejar a los pequeños de la historia del arte.
Puedes hacer juegos con hechos y eventos de la historia del arte donde todos participen en grupos y así compitan por premios. Cuando hay una recompensa, hay más motivación y los conocimientos llegan solos.
También puedes cambiar los roles de maestro-estudiante. Que ellos te enseñen a ti y al resto de los alumnos. Motívalos a que se conviertan en los maestros.
10. Visitar lugares históricos
Finalizamos con el mejor consejo para que los niños aprendan a estudiar historia del arte: visitar los lugares y piezas de arte emblemáticas, siempre que se encuentre dentro de tus posibilidades, que se mencionan en los libros de historia o se ambientan en las películas y documentales.
¿Qué mejor manera de aprender historia que yendo al punto de los hechos? Puedes preparar excursiones locales o nacionales a museos y monumentos.
Habitualmente, en estas visitas guiadas hay expertos en historia acostumbrados a enseñar sobre el panorama y contexto de las piezas de arte almacenadas en los museos que les será de muchísima ayuda a los estudiantes en sus horas de estudio o exámenes. Además, verán la materia con un momento de diversión y distracción educativa.