Las decisiones que una persona toma en su vida diaria no están aisladas completamente de las circunstancias que lo rodean. En este proceso, el individuo se ve influido por un conjunto de condiciones que afectarán en el momento de tomar la decisión.

Existen factores externos en el momento de decidir, como pueden ser las presiones del ambiente o el tiempo que uno dispone para este acto. Pero también influyen los factores internos como puede ser la actitud, refiriéndose al modo en que nuestra mente actúa ante determinadas circunstancias, la aptitud, que son las condiciones físicas, sociales o intelectuales que posee el individuo, la experiencia también nos ayudará a minimizar errores y a plantearnos problemas y soluciones que ya ocurrieron en el pasado o la creatividad ya que gracias a ella podremos imaginarnos las consecuencias de una posible toma de decisión y analizar los convenientes e inconvenientes a través de diferentes puntos de vista.

Ahora imaginémonos que todo esto no influyera y que nuestras decisiones se jugaran a cara o cruz o a rojo o negro como en la ruleta. Toda nuestra vida dependería del azar y del cincuenta por ciento de probabilidad de que fuera sí u otro cincuenta por ciento de que fuera no.

Antes de nada me gustaría definir el concepto de probabilidad y esta es el cálculo matemático de las posibilidades que existen de que una cosa se cumpla o suceda al azar.

Sin embargo, esta probabilidad cambia en el juego de la ruleta ya que no es todo rojo o negro y es que el cero es verde, de forma que la plataforma que tiene este juego ya sea física u online siempre tiene mayor probabilidad de ganar.

En las ruletas hay un total de 37 números, desde el 0, incluido, hasta el número 36. El número 0 es verde y de los 36, tenemos 18 rojos y 18 negros. Aparte, del número 1 al 36 se pueden dividir en pares e impares.

En todas las apuestas sencillas que nos ofrece este juego, el usuario puede  elegir tres modalidades: Rojo o negro, par o impar o falta o pasa. Sea cual sea el tipo de juego en el que decidamos participar, siempre vamos a tener un 48’6% de posibilidades de ganar. Nos preguntaremos las razones de porque no es del 50% como si sería la toma de decisión en cualquier ámbito de nuestro día y día.

Y aquí es donde entra el beneficio de la banca, éste se produce al incluir el cero verde. De forma que a partir de aquí la probabilidad se calcula siempre 18/37 y no 18/36 porque el cero también se incluye en las cuentas.

Esto es un 48,6% aproximadamente para un beneficio de pago 1:1, lo que significa que la ventaja de la casa es de 2,7% y la probabilidad para ganar es de 97,3%.

Si quisiéramos arriesgar más y apostar que la bola caerá en el cero, tendríamos un 2’7% de probabilidades de que esto sucediese. Este símil en nuestro día a día equivaldría a tomar una decisión arriesgada en la que sabemos que no tenemos muchas opciones de que salga bien, pero que si sale, daremos un golpe sobre la mesa.

 

 

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