Poema: Telarañas cuelgan de la razón
Telarañas cuelgan de la razón
En un paisaje de ceniza absorta;
Ha pasado el huracán de amor,
Ya ningún pájaro queda.
Tampoco ninguna hoja,
Todas van lejos, como gotas de agua
De un mar cuando se seca,
Cuando no hay ya lágrimas bastantes,
Porque alguien, cruel como un día de sol en primavera,
Con su sola presencia ha dividido en dos un cuerpo.
Ahora hace falta recoger los trozos de prudencia,
Aunque siempre nos falte alguno;
Recoger la vida vacía
Y caminar esperando que lentamente se llene,
Si es posible, otra vez, como antes,
De sueños desconocidos y deseos invisibles.
Tú nada sabes de ello,
Tú estás allá, cruel como el día;
El día, esa luz que abraza estrechamente un triste muro,
Un muro, ¿no comprendes?,
Un muro frente al cual estoy sólo.
Contexto histórico
Al poeta Luis Cernuda lo incluimos en la famosa Generación del 27, que la forman autores que escribieron desde 1927 hasta el final de la guerra civil española, en 1939 y años posteriores.
Por lo tanto estos poetas, vivieron la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), la II República Española (1931-1936), la Guerra Civil (1936-1939), y los que no se exiliaron tras esta, también vivieron la dictadura Franquista (1939-1975).
Esta generación se va a ver influida por las vanguardias de los autores del 14, pero también de la literatura clásica y romántica. Podemos destacar otros autores como: Federico García Lorca, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre,…
Resumen
La voz poética en este poema trata de expresar el sentimiento que queda tras el desamor. Cuenta cómo se han ido las ilusiones, a aparecido el sufrimiento, y cómo poco a poco hay que recomponerse. Finalmente muestra su soledad e impotencia ante los hechos dirigiéndose hacia la persona causante del conflicto, la amada no correspondida.
Tema
Consecuencias de un amor no correspondido.
Estructura externa
El poema está formado por 4 estrofas, con 4, 6, 6 y 5 versos cada una. Todos tienen una métrica irregular, tanto versos de arte menor con 7 sílabas, hasta versos de 17 sílabas y rima asonante.
Estructura interna
El poema podemos dividirlo en 4 partes, que corresponden con las 4 estrofas.
En la primera estrofa, comienza con la frase “telarañas cuelgan de la razón” con la que deja claro que la razón está obsoleta, y continúa presentando la situación de desamor como un huracán que ha pasado.
En la segunda estrofa cuenta todo lo que se ha llevado ese huracán: ilusiones y sueños, y lo que ha dejado: lágrimas y sufrimiento. Termina refiriéndose a alguien de manera impersonal, como la causante del destrozo.
En la tercera estrofa, la voz poética ya habla de recomponerse. Expresa la necesidad de volver a los deseos y sueños.
Y en la última estrofa, vemos una acusación en segunda persona, y por último se ve reflejado el sentimiento de impotencia y soledad de la voz poética, frente a ese amor no correspondido.
Recursos literarios
Encontramos varias metáforas, como: “telarañas cuelgan de la razón”, con la que el autor quiere hacer entender al lector que la razón está olvidada, no se usa, como si la hubieran guardado en el desván. Aquí, vemos cómo convierte algo abstracto como es la razón, en un objeto.
“Ha pasado el huracán del amor”, con esta expresión la voz poética trata de exagerar lo que ha sido el amor, comparándolo con tal desastre natural.
También encontramos paralelismos y anáforas como:
“Tú nada sabes de ello,
Tú estás allá, cruel como el día”
“Un muro, ¿no comprendes?,
Un muro frente al cual estoy sólo.”
Vemos además el uso de antítesis, en expresiones como: “un mar cuando se seca”, “vida vacía”.
Conclusión
De este poema podemos concluir, que hay un tema claro, que es el amor no correspondido, que la voz poética describe la situación de desamor a través de diferentes recursos literarios y de que aunque no hay una métrica regular, la rima y acentuación están muy cuidadas.