Algo tienen los libros y las guías en común: Ambos merecen respeto de sus usuarios, no doblando ni rayando con garabatos sus hojas ni dejándoles a la intemperie o peor aún, sin alguien que los lea. Más hay algo que sí se permite, siempre que se haga correctamente: subrayar. Por ello, ofrecemos las técnicas de subrayados para estudiar que le sean tanto ventajosas al estudiante como para el libro o guía.
Recordemos que los libros de texto educativo o de entretenimiento son heredables y cada quien ha de sacar su propia conclusión en contexto a sus preguntas. Adelantarles ese trabajo no es ayudarles y rayar sin sentid, para que no se entienda, es perjudicarles. Lo correcto es no usar lápiz ni bolígrafo o creyones, sino útiles prediseñados como los faber castell subrayadores que ayudan a resaltar de manera regia.
Técnicas de subrayados para estudiar
El subrayado se utiliza para destacar lo relevante de la información en dos vertientes: Respondiendo las preguntas solicitadas y resaltando ideas secundarias que ayuden al usuario a realizar sus propias hipótesis, contenidos o recordatorios posteriores para disertaciones personales o grupales.
Las técnicas de subrayados para estudiar ayudan a que toda la información principal, secundaria y hasta terciaria (dependiendo de las metas del lector) puedan ser estructuradas y sintetizadas. De esta forma se podrán ubicar y fortalecer con mayor rapidez y agilidad los repasos en posteriores lecturas.
Refuerzo para las anotaciones
Una ayuda paralela nos brindan las técnicas de subrayados para estudiar, ya que ayudan a realizar las anotaciones de manera más concretas y enfatizar los aspectos obvios que están implícitos en el contenido pero que no están expresados en el texto de una manera coherente con las necesidades del lector.
Por ejemplo, en un libro académico pueden estar las respuestas a una sola pregunta, pero en diferentes párrafos o páginas. Con el subrayado, el lector va concretando esas respuestas y con las anotaciones las va hilvanando, brindándoles coherencia y creando, sea para una tarea o texto nuevo, una respuesta efectiva y acorde a lo deseado, eliminando así las apreciaciones del otro autor, pero nunca la respuesta eficaz a la interrogante que será parte del hecho educativo al que el texto se refiere.
Cómo se hace
Las técnicas de subrayados para estudiar se estructuran así:
- Realizar una lectura rápida del texto, permitiéndose así una visión global del contenido e ir formulándose nuevas interrogantes o “pescar” aspectos que deriven o causen curiosidad, excelentes para formular hipótesis o documentar su exposición con mayéutica.
- Comprender en esa primera vista al texto sin detenerse en detalles particulares.
- Antes de subrayar se debe comprender con claridad y tener claro qué se quiere o espera.
- Luego, realizar lectura más sesuda párrafo a párrafo, subrayando las ideas clave que parezcan principales (en un color) y las secundarias y/o terciarias en otro(s).
- Realizar anotaciones al margen en un papel, bien identificadas (número de página, párrafo) con indicaciones claras y/o personalizadas para saber qué fin se busca con ellas.
- Las técnicas de subrayados para estudiar se deben concentrar en máximo 5 palabras seguidas. Más de allí, lo mejor es usar el subrayador y colocar las frases entre paréntesis. De esta manera el lector sabrá dónde comienza y termina la frase que le hace falta interpretar, economizará tinta y el libro o guía no será un área de hojas pintarrajeadas sin sentido.
- No existe límite de subrayado, pero mientras menos se haga en las hojas, es mayor señal de que se está leyendo con mayor atención y decantando la información que le es verdaderamente valiosa.