Cuando se habla acerca de objetivos, lo que es más importante es tener en cuenta que estos funcionan dentro de diferentes contextos, como empresas o espacios de trabajo. A medida que profundizamos en su funcionamiento, es mayor el trabajo que hay que hacer para lograrlos.
Los objetivos Smart son un instrumento ideal cuando tenemos que trabajar en la definición de los objetivos y los indicadores es hacernos eco de la utilización de criterios Smart.
Definamos al objetivo Smart
Cuando hablamos de definir metas e indicadores, nada mejor que hacerse eco de los objetivos Smart.
Para hablar de su surgimiento tenemos que remontarnos al año 1981 y citar al investigador e impulsor de este sistema George Doran. Años más tarde el concepto lo expandió el profesor Robert Ruben, y de define de este modo: específico, medible, alcanzable, realista y limitado en el tiempo.
La finalidad de este método es tener herramientas para fijar metas claras, que puedan alcanzarse y sean de carácter estratégico, a esto debe sumarse una evaluación de desempeño.
Delimitemos los conceptos de Smart:
Específico
Hay que tener claridad con los objetivos y las expectativas que vas a plantear. Generalmente si estos no son muy claros o intentan abarcar mucho es posible que no se logren.
Además, si no tenemos un concepto claro, podemos generar errores y varias confusiones.
Valora la importancia de tener un objetivo específico, te va a permitir visualizar el camino con mayor claridad.
Cuando nos referimos a los objetivos específicos hablamos de contar con algo determinado y sumamente preciso a raíz de lo cual debemos responder los siguientes interrogantes:
- ¿Quiénes están implicados?
- ¿Qué deseamos conseguir?
- ¿Cuándo quiero conseguirlo?
- ¿Con qué obstáculos y dificultades me toparé para concretar los objetivos?
Medible
Además de trabajar minuciosamente en los objetivos, hay que realizar un punteo de los datos o señalar en qué etapa estás en relación al objetivo planteado.
El establecimiento de criterios y objetivos también permiten que todos los involucrados evalúen su desempeño. Si el objetivo se constituye como medible, es importante delimitar pautas con las cuales vamos a poder analizar el desempeño y realizar cambiones en caso de necesitarlos
Si el objetivo se constituye en medible vamos a poder establecer algunas pautas con las cuales podremos analizar el progreso realizar y de ser necesario realizar algunos cambios. Por tal motivo, lo que se conoce como indicadores, tiene que ser de carácter cuantificable.
Para tener en cuenta el objetivo medible tiene que responder diversos interrogantes tales como ¿cuál es el valor? ¿En qué momento sabré si mi objetivo se cumplió?
Si tu plan se centra incrementar la producción anual de tu empresa es importante que sepas cuánto debes producir por día, por semana, por mes y de modo anual y hacer el monitoreo de tu progreso contra el objetivo Smart. Así, podrás medir la producción y el tiempo que has invertido.
Alcanzable
Es clave delimitar los objetivos de la última etapa y proyectar metas ajustables a la realidad.
No hay que ir en búsqueda de objetivos que a simple vista se ven complicados y por ende van a ser imposibles de lograr. No hay nada mejor que la satisfacción obtenida por un logro real, por eso para sentir motivación, nada mejor que fijar pequeños objetivos e ir paso a paso.
Claro que hay que tener ambiciones al momento de encarar un proyecto, pero también hay que tener en cuenta las limitaciones con las cuales nos podemos topar en el camino. El logro debe alcanzable y realista, por eso siempre es importante que realices una evaluación de desempeño mes a mes.
Realista
No te olvides que tus objetivos también tienen que ser realistas. Plantear objetivos que estén por fuera de las posibilidades no hará que haya un mayor esfuerzo por parte de tu equipo. Pero fijar objetivos sencillos tampoco hará que el desempeño mejore.
El foco debe estar puesto en la relevancia de las metas cuando hablamos de los hitos que tiene la compañía para cumplir a largo plazo.
El criterio de ajuste de los objetivos propuestos, ya sea en un corto o en un largo plazo, se ajustará lógicamente con el transcurso del tiempo en un proceso de prueba y error.
Las propuestas que hoy den resultado, probablemente no surtan el mismo efecto más adelante, por eso siempre hay que estar en constante movimiento para detectar esos momentos en los cuales el cambio en la empresa es necesario.
Limitado en el tiempo
La letra final suele pasarse por alto y sin embargo es la más importante: tenemos que poseer un periodo estimado para lograr nuestros objetivos.
El plan puede estar en calendarizar el plan de trabajo para que nuestros objetivos tengas un comienzo y un final, a su vez es interesante plantear objetivos intermedios durante el transcurso del proceso.
Sin importar la opción escogida, es importante realizar una planificación con tiempo y así lograr una medición de los indicadores a lo largo del tiempo.
Un ejemplo de objetivo Smart
Incrementar la producción es el objetivo de cualquier gerente o empresa que produzca un producto. Para conseguir este objetivo es necesario establecer un objetivo mucho más concreto y sería de la siguiente manera: aumentar la producción en un 4% durante el año, disminuyendo las demoras operativas y manteniendo la calidad del producto.
Al definir los objetivos Smart podremos enfocar los esfuerzos en tus metas de una manera inteligente. Por esta razón, esta herramienta nos ayudará a contribuir a una mayor productividad y eficiencia, reduciendo el stress laboral al distribuir mejor los recursos y el tiempo.
Esta metodología podemos aplicarla a varios aspectos de la vida, desde el ámbito profesional al personal ya que contribuye a mejorar habilidades.
PedroJ