Aprender inglés es una de las mejores decisiones que tomarás en tu vida personal. Dominar el segundo idioma más hablado del planeta abrirá las puertas a las universidades más prestigiosas del planeta, las cuales se encuentran en Estados Unidos, Reino Unido y Australia; a encontrar un empleo bien remunerado en el extranjero; y viajar a destinos únicos y memorables sin necesidad de traductores.
Bajarse un curso, apuntarse en una english schools in Barcelona y estudiar el idioma exhaustivamente, ayuda, pero no es suficiente, tampoco saludable. Existen otras formas de aprender inglés en tu día a día.
A esto se le conoce como aprendizaje pasivo, que es cuando realizas actividades comunes y corrientes y enriqueces tus conocimientos en el idioma.
Te enseñamos cómo tus hábitos diarios mejorarán tu formación en el inglés.
Cómo aprender inglés rápidamente en tu día a día
Escuchar música
Muchos adolescentes que hablan inglés a la perfección te dirán que aprendieron el idioma escuchando música. Y es que colocarse una canción de artistas ingleses o estadounidense es de las mejores maneras de aprender inglés sin matricularse en una universidad o curso.
Escuchar música en inglés blindará tus habilidades de ‘escucha’ y ‘comprensión’. Para seguir la letra, o memorizar una frase de la canción, debes agudizar tus sentidos.
Si quieres aprender más rápido, te recomendamos usar los audífonos. Mientras menos distracciones e interrupciones, mejor. Además, las canciones en Spotify o YouTube suelen tener un volumen bajo y es difícil discernir lo que dicen.
Canta tus canciones favoritas
¿Eres de lo que abre la regadera de la ducha y comienza un festival tipo Tomorrowland?
Cantar en inglés mejorará tus destrezas orales en inglés. Sí, aún si no repites la letra a la perfección. El esfuerzo de pronunciar las palabras e imitar el acento de los intérpretes es suficiente para pulir tu comunicación en inglés.
Si no eres capaz de memorizar toda la letra de la canción, no pasa nada. Entra a YouTube y coloca los subtítulos en el reproductor para guiarte cuando pierdas el hilo.
Ver televisión
Quién dice que aprender inglés tiene que ser una tarea engorrosa y aburrida. También puedes enriquecer tus conocimientos en el idioma viendo un programa de televisión.
El número de series entretenidas y adictivas de origen inglés o estadounidense aumentan cada año. Y, gracias a plataformas como Netflix, que te permiten mantener el idioma original del contenido, podemos mejorar tu audición y vocabulario.
Ver televisión tiene la particularidad de que te relaciones con la jerga estadounidense o el acento inglés. Estos programas se desenvuelven en diferentes lugares del país americano o europeo, por lo que escucharás modismos nuevos para tu vocabulario.
Leer noticias
Muchas personas recomiendan leer libros para aprender inglés. Tiene el mismo efecto que la música y la televisión en nuestras destrezas en el idioma. Pero, te recomendamos algo que es más fácil que comerse un libro entero: leer las noticias.
Los portales de noticia estadounidense e ingleses actualizan sus páginas diariamente. Encontrarás nuevas palabras para reforzar tu vocabulario y memorizar términos complicados.
Escuchar podcast
Engancharte a un podcast es tan beneficioso para tul inglés como mirar una clase de un curso. Pero, el añadido es que aprenderás sobre temas valiosos e interesantes. Te harás más inteligente escuchando sobre cómo encontrar la libertad financiera, cuáles son las tendencias de marketing y SEO o conociendo los alimentos idóneos para bajar de peso.
Tener un diario
Muchos profesores recomiendan la ‘escritura libre’ como técnica para aprender a escribir inglés. Consiste en elegir un tema y plasmar las palabras y oraciones que se te vengan a la mente sin preocuparte si tiene sentido, estás cometiendo errores ortográficos o eres preciso con la información.
Recomendamos hacerlo, pero dándole un enfoque diferente: en un diario.
En tu cuaderno personal escribirás lo que te sucedió en el día: qué viste, con quién hablaste, qué aprendiste y qué te gustaría hacer la mañana siguiente.
La premisa es la misma: escribe lo primero que se te venga a la mente sin preocuparte por la calidad. Cuando acabes un par de páginas, viene lo realmente divertido: corregir.
Lee lo que redactaste y corrige las faltas de ortografía o incoherencias. Esta te obligará a agudizar tus habilidades en inglés.