Conoce todos los trucos de maquillaje para sacarte el máximo partido

A diario nos cruzamos con una gran variedad de rostros, que, aunque parezcan distintos, presentan características muy comunes. La forma es una de ellas y, aunque resulta fácil de identificar, no le solemos dar la importancia que realmente tiene.

Tanto para las que llevamos años maquillándonos como las que os estáis iniciando, muchas veces lo hacemos improvisando y probando hasta encontrar la técnica que más nos favorece. A pesar de que podemos lograrlo con la práctica y la observación, hoy día existe una gran cantidad de formación online y cada vez más profesionales en estética.

Aunque existen multitud de técnicas de maquillaje, actualmente es tendencia la del contouring, con la cual, a través de tonos claros y oscuros conseguimos un equilibrio y armonía en nuestra cara. Para saber dónde tenemos que aplicar cada tono, debemos, en primer lugar, saber cuál es la forma de nuestro rostro. Aunque lo podemos deducir a simple vista, si tienes dudas y no estás segura te las resolvemos a continuación.

Para conocer cuál es la forma de nuestro rostro y aplicarnos maquillaje social debemos fijarnos, principalmente, en cuatro zonas: frente, pómulos, mandíbula y barbilla. Aunque existen muchas formas, las 5 más frecuentes son las siguientes:

  1. Rostro redondo

Los rostros redondos u ovalados se caracterizan por no tener las facciones marcadas y por contar con la misma distancia de un extremo a otro, llegando a hablarse del rostro perfecto en cuanto a proporcionalidad.

Por eso, aunque son muchos los expertos que confiesan que estos rostros no necesitan correcciones, si quieres potenciar tus facciones, lo habitual en las facetas ovaladas es usar estilos de maquillaje para resaltar los pómulos y afinar la barbilla, pero ¿cómo lo conseguimos? Aplica tonos oscuros tanto en las sienes como debajo de los pómulos y en la zona baja de la barbilla, y tonos claros en el centro de la frente y en el centro de la barbilla.

  1. Rostro cuadrado

Las personas que tienen un rostro con forma cuadrada, al igual que los rostros redondos, presentan una longitud y una anchura similar, pero el desequilibrio visual se produce por contar con una frente retraída, unos pómulos anchos y una mandíbula cuadrada y marcada. La frente y la mandíbula presentan una anchura similar.

Para maquillar estos rostros se recomienda suavizar los ángulos más marcados mencionados anteriormente. Por ello debemos usar técnicas de maquillaje como el contouring aplicando tonos oscuros tanto en los laterales de la frente como de la mandíbula, redondeándola, y tonos claros en el centro de la frente y barbilla. Se recomienda usar colorete para potenciar el centro de nuestro rostro.

  1. Rostro rectangular

Es habitual dudar entre rostros cuadrados y rectangulares. Ambos presentan características muy similares pero la diferencia es que los rectangulares, como su nombre indica, son más largos que anchos, existiendo más distancia a lo largo y, por tanto, más desequilibrio facial.

Por ello, los rostros rectangulares se compensan oscureciendo la zona de la mandíbula, restándole volumen, así como aplicando colorete para destacar el centro de nuestra cara, como hacíamos con los rostros cuadrados. Realza tu belleza conociéndote mejor.

  1. Rostro triangular

Los rostros triangulares son fáciles de reconocer ya que se caracterizan por frentes anchas y barbillas estrechas y puntiagudas. Por ello, se aconseja disimular el volumen de la frente, oscureciendo sus laterales, desde las sienes hasta el inicio del cabello. En los pómulos y mandíbula aplicaremos tonos claros para potenciarlos. Si queremos usar colorete nunca lo haremos de forma diagonal, siempre circular.

  1. Rostro diamante

Los rostros con forma de diamante presentan facciones muy marcadas: pómulos voluminosos, barbilla puntiaguda y sienes y mandíbula hundidas. Es decir, aquellas caras con los huesos muy marcados.

Las personas que tienen este tipo de rostro siempre deben centrarse en conseguir volumen en el centro de la frente, en las mejillas y en la barbilla. Pueden aplicarse tonos oscuros en el centro del pómulo y de la barbilla, nunca debajo, para restarle protagonismo. Deben aplicar tonos claros en las zonas mencionadas para lograr cierto equilibrio facial.

Si necesitas conocer más trucos de maquillaje o, incluso, formarte en estética, cada vez existen más opciones para hacerlo. Hoy día puedes compaginar tus rutinas diarias con la formación online al mejor precio. Infórmate sin ningún compromiso y resuelve todas tus dudas.

 

 

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